En la fría y gris mañana de este viernes, en Tafí del Valle el dúo musical cordobés Rodd del Río quebró la quietud del momento para comenzar a entonar zambas y chacareras animadas. Los ritmos folclóricos sonaron como plegarias para ahuyentar las bajas temperaturas y estimular el buen ánimo en el inicio de la nueva temporada turística de invierno en la villa de los Valles Canchaquíes.

La nevada amenazaba con desatarse en cualquier momento. Para el lugar sería una bendición. Los cordobeses Marithé y Roque Del Río son de Río Cuarto y tienen la vocación, como dos trovadores sin rumbo, de desparramar su música y alegría por todo el país. Son de los primeros turistas que llegaron al lugar; por propia iniciativa desnudaron guitarra y bombo y se pusieron a cantar temas tradicionales norteños en la reducida instalación de la Casa del Turista del municipio.

“Venimos de Salta, Catamarca y La Rioja y nos alegra llegar aquí cuando recién la temporada comienza a asomar. Todo lo que se vive y ve en este lugar es encantador”, dijo Marithé.

De esta manera y con ese entusiasmo, Tafí del Valle adquiere clima vacacional. Aunque el nivel de reserva en hoteles y otros albergues aún es bajo, desde la entidad que nuclea a propietarios de la actividad y que conduce Jorge Elías, se espera que el repunte se comience a dar este fin de semana y más precisamente cuando se inicien las vacaciones en Buenos Aires (durarán del 15 al 26 de este mes).

“La temporada será difícil, pero no mala. Va a depender bastante de la relación calidad, servicio y precio. Pero estamos esperanzados en que desde hoy y hasta el penúltimo día de julio se trabajará muy bien. Prevemos fines de semana con capacidad llena y los restantes días con buena ocupación”, auguró optimista el empresario.

RECUERDO. Artesanías, piedras, tejidos y otros objetos

En la villa hay sobrado optimismo de que la nieve va a llegar a cubrir la zona, tarde o temprano. Y ese hecho va a reforzar el movimiento turístico. En el rubro hotelería los incrementos de precios no fueron sustanciales en relación al último verano. Hay cabañas que cobran $15.000 a $20.000 por persona y hoteles que van de $80.000 a $90.000 con servicio de spa incluido. La gastronomía también exhibe una amplia oferta de platos regionales a precios accesibles. Se pueden conseguir empanadas a $500 cada una, tamales a $1.000 y a $1.500, y platos de locro a $2.000.

Propuestas

A la espera de los visitantes, la Dirección de Turismo, a cargo de Walter Marino, definió un programa de actividades que contempla recorridos gratuitos por los valles que se realizarán todos los sábados. Así, se prevén distintas caminatas y la ascensión al cerro La Cruz.

PURA MÚSICA. Marithé y Roque del Río, de Córdoba.

Los viernes, en la Casa del Turista, habrá degustaciones de productos regionales. En la plaza principal y en el Centro Cultural también habrá todos los días espectáculos musicales y otras actividades. Los sábados y domingos, en la peatonal Los Faroles, se desarrollará la feria de los emprendedores, en la cual artesanos y gastronómicos exponen sus productos.

Uno de los principales atractivos que recuperó Tafí del Valle es el Museo Jesuita de La Banda. Está ubicado en avenida Gobernador Silva y avenida Gobernador Zavaleta. El sitio fue una antigua estancia construida por los jesuitas en 1718; del lugar fueron expulsados en 1767. Después fue adquirida por don Julián Ruiz Huidobro. La casona integra la ruta jesuítica internacional que se extiende por Sudamérica.

El museo fue reinagurado en abril de este año, luego de permanecer cerrado desde marzo de 2022. Fue abierto al público con una fachada renovada, minuciosos trabajos de restauración y una puesta museográfica novedosa.

“Ahora estamos ante un Museo Experiencia. El visitante ingresa a una atmósfera diferente y se compenetra con una fachada típica de los valles y en su interior va a conocer un poco más de los jesuitas que estuvieron ocupando la zona”, dijo Ivana Monasterio, directora del establecimiento.

“Al visitante se lo hace recorrer el sector de la capilla, la sacristía, el escritorio, la habitación principal, la sala de estar y la fábrica de quesos. La recorrida dura entre 40 a 45 minutos”, explicó la guía Belén Serrizuela. “Desde que fue reinaugurado este lugar registra un fluido movimiento de visitantes que, seguramente, se intensificará en estas vacaciones de invierno”, agregó.

El precio de la entrada al lugar es de $3.000. Los niños menores de 12 años no pagan el acceso, mientras que a jubilados y estudiantes se les cobra $1.500.